Encontré la belleza en la mesa contigua,
la belleza se servía un helado.
Yo con un Capuchino a cuestas
La miraba con disimulo…
Sus miradas de reojo
endulzaron mi amargura,
luego la belleza
con su forma absoluta de ser
se puso de pie, me sonrió
y se fue con su novio el Fortuno
por un pasillo del Mall…
la belleza se servía un helado.
Yo con un Capuchino a cuestas
La miraba con disimulo…
Sus miradas de reojo
endulzaron mi amargura,
luego la belleza
con su forma absoluta de ser
se puso de pie, me sonrió
y se fue con su novio el Fortuno
por un pasillo del Mall…
1 comentario:
¡Qué bellas palabras! Enhorabuena por el blog, rebosante de sensibilidad y tan bien elaborado. Te animo a que sigas escribiendo, la literatura nace en cualquier sitio. Saludos.
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