
Sentir que nada es parte del todo,
comer pebre cuchareado,
pensar en las pastillas de menta,
dudar si están o no en el bolsillo...
Cada momento es poético,
el pensamiento de milisegundo,
la profunda reflexión existencialista,
la mirada a los ojos cruzándonos en la calle,
el abrazo añorado cuando nos encontramos,
la mordida impulsiva a la hamburguesa,
Todo es nada y a su vez es algo,
los poemas están en la vestimenta diaria
y en los desnudos nocturnos,
en los besos y golpes,
poemas masticados en el chicle,
en el sonido del teléfono
Pero mayormente encuentro poemas,
en los rincones de tu cuerpo,
en los pliegues y poros,
en ti recostada en la cama...