En el interior todo uniformemente limpio, iluminado, las miradas de todos perdidas en reflejos, túneles oscuros, en la publicidad adherida al techo, en la noche tras los vidrios y nadie participa de la misma realidad de quien lleva al lado, distintas ropas, distintos olores, distintos cansancios de sus distintas jornadas que se cerraban en aquel viaje de retorno, ¿A nadie le importa la cantidad de muertos? ¿A nadie?...