Habían llegado hace unos minutos, conversaron cosas superficiales, y en unos pocos minutos ella le relato su difícil situación y le expresó lo importante que él era para ella...
- Claro dijo él, golpeando insistentemente con la cuchara el platillo y moviendo su pierna izquierda...
- Sin embargo no se trata solo de eso, le respondió ella y antes de terminar de hablar su mirada recorrió todo el entorno, parecía que no quería dejar escapar los detalles.
- Pero...
- Pero que, dime no más.
- Nada, olvídalo.
- No puedo olvidarlo ahora, sembraste en mi la curiosidad, es tu deber decirme...
- Espera, está vibrando mi teléfono celular, alguien me llama.
Se puso en pie, se distanció solo unos pasos de la mesa y dijo:
- Mi amor, que sorpresa oírte...
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