Pensaba en el amor y en el amar y recorde...

Fue todo muy mágico,
mientras caminaban cada uno en distintas y opuestas direcciones,
abstraidos en sus pensares se empujaron levemente en los brazos,
voltearon y se disculparon, se miraron a la cara
y se reconocieron de inmediato.
El dijo: eres la mujer de mis sueños,
ella respondió sonriendo coquetamente:
si es así no despiertes nunca...
Rieron, se tomaron de la mano,
cruzaron la calle juntos...

Es tan facil amar y ser feliz, solamente debes estar caminando abstraído por la vereda correcta, tener de frente caminando ansimismada la mujer correcta, deben darse ambos el correcto empujón, las correctas disculpas, las correctas miradas, tomar correctamente la mano de ella compartiendole seguridad y cruzar correctamente la calle mirando a ambos lados para comenzar un nuevo caminar...