septiembre 05, 2004

Mujeres y Muebles...

“Parece como si este sol en llamas se cayera sobre mi…” (A. Bocelli)
Yuvitza Rojas, una muy buena amiga me expresó hace algunos días que mi Blog era Egocéntrico, le respondo públicamente que no es egocéntrico, es un poco ególatra, una muy sutil diferencia…
Y bueno, por hoy dejaré un poco de lado escribir de mi, dejaré de escribir de este “Hombre loko” y ustedes se preguntarán entonces que escribiré… Pues de “ellas”, las que tan importantes son para nosotros los hombres, ellas que hacen posible que vivamos día a día, ellas las de trasero ancho y boca grande; no mejor no escribiré de botellas, hablaré de las mujeres o mejor dicho de “LA MUJER” , ellas que nos pueden dar la vida con una mirada y quitárnosla con un pestañeo…
Mujer, el mundo está amueblado por tus ojos (*) , eso pensaba al salir de casa esa mañana, claro después de leer por duodécima vez el Altazor la madrugada anterior producto del insomnio. Mientras escuchaba Chopan en el Discman caminaba solo y frío por la mañana, a esa hora el barrio donde vivo convierte la calle en espacio desolado, la neblina cubre todo y no veo los muebles del mundo, entonces llego al lugar donde espero la “Liebre” que me lleva a Talagantito, una vez que voy recorriendo la autopista central sobre ese transporte, observo mi entorno, colapsado de hombres, la gran mayoría con aspecto de obrero, aún no hay muebles en el mundo, solo neblina que empequeñece todo, eso somos los hombres, universos restringidos sin ellas, nuestra visión es climáticamente nublosa y limitada… Entonces cuando llegué a mi destino había sol en el cielo, aprecié lo enorme que estaba el mundo ese día y las vi, un espacio enriquecido con ellas, mujeres de todas las edades, pero con la misma mirada llena de ilusiones, las colegas me saludan con un monótono buenos días y yo les busco la mirada, ellas no se percatan, las niñas me hablan y yo les busco la mirada, creo que no están acostumbradas, pero veo y oigo muchas cosas que expresan sus ojos y pienso: “Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos…” (*) , me llené como cuando bebes demasiado alcohol y te sientes ebrio sin estarlo aún, esa alegría que te hace sonreír sin razón entonces pensé ¿y ella?, la mujer que debe estar cocida a mi por la misma estrella… (*), mi mirada buscó incansablemente todo ese día, incluso en la tarde me fui al centro de Santiago sólo a ver los ojos de ellas, no me importaba l edad, raza, mucho menos la contextura física sólo miradas….
“Aún busco miradas donde no las hay…”
(*) = Altazor, viaje en paracaídas. Vicente Huidobro.



PD: “LA MUJER ES FUEGO Y EL HOMBRE ES ESTÓPA Y EL AMOR QUE ES UN POCO DIABLO SOPLA QUE SOPLA…”

No hay comentarios.: