No se puede considerar vivir la vida con soledad, siempre queremos y necesitamos a alguien del sexo opuesto que esté con nosotros, es como una forma de sentir fortaleza o porque no decirlo, debilidad…
Mientras estaba en el vehículo detenido en un semáforo
mire a una pareja no muy lejos en el parque, ella lloraba y se alejaba sin moverse, se distanciaba en el alma de su acompañante, casi pude recitar lo que él le debe haber dicho para provocar esa reacción en ella, creo que yo lo he dicho más de una vez y he visto esa mirada distanciándose de mi y del mundo, distanciándose…
Él dijo: “Amor, entiéndeme, lo nuestro está difícil, ambos debemos evaluar nuestra relación, dejar de vernos durante un tiempo no es tan mala idea…” (En el fondo es para siempre) Ella, llora, ¿por qué?, porque ellas siempre lloran, eso las hace lindas también, hay algo de humillación en su mirada, es que no es fácil, ella pensaba decirle exactamente lo mismo, pero él se adelantó, ella continúa llorando, pero no por el amor que siente o sintió por él, sus sentimientos son confusos, en su garganta el nudo de la decepción, el sabor bochorno, llora por lo típico de la situación, llora porque no es la primera vez que le sucede algo así, llora porque ella sabe muy en el fondo de su corazón que él no llorará aunque quiere… Llora porque termina una etapa, llora porque no sabe cuanto tiempo le durará la SOLEDAD…
****Soledad me estas matando, me duele la piel por no tocarte****, Maná.
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